CUENTOS SACRILEGOS


Sabía que tendría que perder,
Que el axioma “libertad encadenada”
Es  una poesía en camisa de fuerza.
Poetas  malditos por los duendes de la duda          
Ebrios
Trashumantes
Esclavos de la palabra,
Grilletes de alas doradas
Adormecidas por la morfina de los senos
De una montubia que huele a caña
Del pasto con rocío que alberga la mañana.
Hoy resuenan un tambor de hojalata,
Tras las sequias
Los manantiales gimen
Se quejan
Brotan como flores de cristal.
No te distraigas en  la distancia
Que los ojos acechan
Y es fuerte la palabra libertad
Recuerda en el sendero
Que fuerte como la muerte es el amor”
Y  la sonrisa marcada por la desidia
Es el huerto de huesos florecientes
Donde la carroña carcome el sol del medio día


SOLILOQUIO GAY
Apagó repentinamente el candil,
Se ajustó el brassiere y se contempló en el espejo.
Eran bellos sus senos.
Acomódese el mechón desplomado en su frente
Y borró de la comisura de sus labios el desliz de un carmín Inquieto.
Se balanceó en sus tacos
Y extendió los brazos como si fueran alas
Sonrió discretamente con la picardía de saberse bella, por un día siquiera.
Se colocó la ropa como un sereno maniquí
y se ajusto el ligero, después como último tono se miro al espejo.
Sus tobillos delgados
Los muslos carnosos
Y esa pequeña panty
Comprada en un momento de gloria.
Y otra vez esa maldita molestia
Que tantas desventuras logro darle
Cuando se escapaba de entre las piernas.
Así, se sienta en su auto,
Enciende un cigarro.
Esta noche hay luna llena




LADRILLANDO
(A Anastasio Kercher)


Atravesó las palabras, multiplicó comas y saltóse
algunos puntos porque pensó que condicionaban
su espíritu antiortografico.
En un muro de nombres se detuvo a contemplar a todos los caídos.
Revisó uno a uno y respiró con nostalgia
inventariando su historia
Juntó todas las letras
y descubrió que se repitieron tantas veces
que ningún ser humano dejó de albergar ese silencio
Las juntaba en las calles, en los higiénicos públicos,
en la soledad de su habitación donde se fumaba los minutos
escribiendo sus desesperanzas
Así oscureció,
ladrillando de palabras su espíritu
hasta que las sombras lo cubrieron por entero
y solo quedó un cielo vestido de azul
que le hacia hablar con un Dios triste y enfermo
Todo estaba escrito,
No existía ni una frase nueva para poblar el universo de su nostalgia,
Entonces inventó en el techo de su casa un nuevo nombre.
Así construyó un diccionario de palabras inútiles
que sólo el entendía y no servían para nada
Ya por el pueblo hablaban del extraño sujeto
que poblaba los muros de su alma con letras ilegibles o ecuaciones extrañas.
Cuando alguna vez le preguntaron,
el respondió que para todo se necesitaba picardía.
Fue cuando lo declararon formalmente loco
y lo encerraron en un cuarto blanco bien bonito,
sin una palabra escrita, ni un tachón,
nada que sumille los errores del hombre
Entonces gritó, chilló,
pataleó hasta que un hombre vestido de blanco
le extendió la pluma de un pájaro.
Ahora sus versos tendrían palabras con alas
y una infinita paz embargó su alma
Empezó nuevamente su obra
y aunque no vio a nadie por años y todos lo olvidaron,
El seguía escribiendo, escribiendo,
hablando de paraísos extraños, de mundos paralelos
de tierras remotas.
Así lo encontraron,
Con la mirada perdida en un viejo diccionario,
la pluma de un pájaro empuñando su mano
y la cara de angustia sumida en el desencanto
Algo de lo que escribió decía;
Me duele la nostalgia de los hombres
Verbigracia del desastre divino.
Cuando calman las auroras estos gritos de agonía?
Por que dono al hombre toda su nostalgia?
Me muero de angustia entre los muros
*
MINITA CULOETRUENO

Saltó de pronto la barda.
La vía principal le esperaba impaciente
para llevarla a conocer la arena del mar
y las ballenas jorobadas
que habitaban en las cuevas submarinas
que alguna vez escuchó en sus cuentos de hadas. 



Supongo que tuvo razón porque el salir
No le produjo un infarto de viento


Ella supo entonces que la inteligencia y el placer
dominan a los seres que deambulan bajo la vida prestada,
fue cuando a la carpa de las mujeres con máscaras celestes
llegó a descubrir que el dolor constante te inmuniza,
deshumaniza y te contrae y aquello que produces
solo es el inmenso y solitario dolor 

que está en ti como un engendro


Que irremediablemente cumples las leyes del hombre,
hacer con los demás lo que hicieron contigo.
Así las espinas de sus manos parecían pétalos
y su sonrisa hipnotizaba a los seres hambrientos de
ternura que arañan la tierra
buscando la miel de sus adentros.


Sin embargo ella sabìa del reino de los sueños
y cada mañana amanecía en la misma esquina

dibujando una cara nueva,
mientras seguía extendiendo sus brazos
Tratando de alcanzar su sueño.



Fue cuando quiso escapar y amó por vez primera…
Después la interminable rueda hasta que el amor
fue solo una vieja carga en el baúl de sus desencantos
Le pesaba la ausencia y decidió no volver atrás,


Tomó el primer tren para alcanzar sus dudas
por amor a lo que nunca conoció.


Así, arañando la espalda del pasado se enrumbó
Por el campo y encontró una vieja carpa
donde navegaban los hombres sin rostro
al filo de la media noche.


Pensó que sucedería al ser descubierta,
mas nadie se percató de ella.


Entonces se vistió de negro
y se tomó de las manos de aquellos extraños sujetos.


Desde aquel día abre las ventanas cada mañana
y ya no piensa quien es,
Solo extiende sus manos al cielo


*


La Espera
La Habana 2003

El viejo Fihman ha vuelto al acecho,
se esconde en la oscuridad de la noche
y sus pasos martillan el pulido mármol de la iglesia.
Le teme al confesionario, sabe que esa es la puerta
a sus infiernos


El loco Rubinstein ha silenciado su piano
Y la cámara de fotos ha detenido su trajinar automático.
Ben esta en la fila, observando, creando pantanos
por donde naveguen sus cuentos, 


El es Nerón!!
el mismo rey viviendo su cuento en los años 70:
ahora jerarca del hampa y la guerra suicida .


Le acecha el delirium tremens
y la heroína de sus poesías lo tiene acorralado.


El viejo Fihman lleva un cuchillo en la mano,
Ella se inclina con su velo de muerte
mientras la sangre empaña mi poca memoria.


Rubinstein, el loco brillante vuelve a tocar el piano
Y se activa nuevamente la cámara donde se ve pasar
la realidad por el hoyuelo.


El loco Rubinstein y el mismo viejo Fihman
encienden un cigarro.


Toca entre el humo y con rabia golpea el teclado,
La ausencia echa andrajos mientras el otro
canta un coro lejano…
Observando…observando.


El final es la premura,
El hachis, viejo compañero le trae en bandeja sus recuerdos
Fihman escribe, por que le duele la memoria
Y la morfina le ilumina sus adentros.


Su nombre Rufo lo extrajo de una caricatura del 60
Y en una vida anterior perteneció a los galos
El viejo Fihman,
el loco Rubinstein, brillante pianista
y el mismo Rufo Galo están sentados alrededor de una vela


Esperan al siguiente……………

*


Aun seguía esperando
 
Aun seguía esperando,
sentado en la penumbra del mismo umbral de hace 120 lunas
en aquella noche fría
En sus manos revolotea el rosario de cristal
con que cuenta las veces que invoca el recuerdo de su amada
Va lentamente tratando de no despertar los fantasmas
que habitaban aquella vieja casa
La soledad se parece al cuerpo de la anciana ahorcada
en la habitación después de que ella se marchara
mientras los arácnidos copulan en medio de sus telarañas.
La habitación vacía me da vértigo,
yo quería que resucitaras
pero debí conformarme con mi propia existencia
y me quede mendigando palabras
en el fondo oscuro de nuestro baúl sagrado.
Lo abro con miedo,
como sino me pudiera mirar ni un instante al espejo.
La atmósfera esta seca, agria y sombría
porque toda la historia se revuelca entre la puerta y tu ausencia.
Lo único que puedo reprocharte ahora
es que no hayas visto
como el fuego se trago nuestros nombres
y nuestro hijo se hizo cenizas al viento.
Y así llegas a cada instante a distraerme una y otra ves.
Te empiezo a odiar con más ganas entonces.
No quiero ni siquiera encontrarte en mi recuerdo
mientras aun deambule en el aire un sonido de anillos blancos,
de almohadas sin plumas
y solo me quede soñando el pesado sueño de la angustia,
Tua.s murmullos de funámbula atormentada.
La única diferencia de ayer y hoy
es que ayer podía reírme de todo
mientras que ahora entiendo que pude llegar
a construir las imágenes más incoherentes
para ocultar mi soledad.
De repente la ventana cobra vida,
sabe que la habitación es mas estrecha, mas larga,
como un callejón oscuro que obsesivamente llega a tu recuerdo.
Sobre la empolvada mesa,
un viejo diario proclama que la distancia solo es una hebra de hilo
fácil de romperse entre los recuerdos disecados.
‘’Podrás entender su significado cuando muera’’ me dijiste sonriente
Ahora tengo ganas de encontrar tus manos
para convertirlas en pájaros y regresar entonces al nido.
Me pregunto entonces si el dejarte metida en esa caja podré olvidarte.
Lo mas probable es que si,
porque han sucedido tantas cosas desde que te fuiste
que la vida no a resultado imposible.
Esta es mi última vez entre tus retratos,
me voy
y te dejo en el baúl antiguo con todos tus rostros amarillentos,
no me sigas, me doy por vencido.
No quiero buscar más ese árbol con raíz de plomo
sembrado en la orilla de tu cabellera alborotada.
Ni reconstruir su ramaje de sangre en mi memoria.
Ni volver a usar la mesa que se tragó tu último suspiro.
Me voy, no me sigas, podrías asustarte de mi vida